Las diatomeas o tierra de diatomeas están formadas por los restos de diatomeas unicelulares microscópicamente pequeñas cuyas frústulas contienen una cantidad especialmente elevada de ácido silícico. Viven en depósitos de agua dulce y tienen la capacidad de absorber el ácido silícico del agua de mar y convertirlo en silicio ligado orgánicamente para sus propias frústulas. Por este motivo, los yacimientos de diatomeas suelen encontrarse en zonas próximas a volcanes. Allí se encuentran rocas especialmente ricas en sílice fácilmente soluble, útil para las pequeñas algas.
A lo largo de su vida, pierden las frústulas y enriquecen así el suelo con sus envolturas celulares con ácido silícico. Si su biotopo cambia debido a la desecación de un lago o a otras influencias ambientales, pueden llegar a morir en masa. El suelo de diatomeas que se forma entonces se deposita y a veces forma capas de metros de altura que contienen niveles especialmente altos de ácido silícico.
Silicio
El término silicio procede del latín «silex» (piedra dura, guijarro, sílex). Al ser uno de los minerales formadores de rocas más importantes, el silicio es el segundo elemento más común en la corteza terrestre y constituye aproximadamente el 28 % del total. Está presente en los seres humanos en unos 20 mg por kilogramo de peso corporal, aunque este valor parece disminuir con la edad. El silicio se almacena en mayor cantidad en el tejido conjuntivo, los vasos sanguíneos, los tendones y los ligamentos, así como en los huesos, los cartílagos, el pelo y las uñas. Algunos cereales integrales (sobre todo el mijo y la avena), la cola de caballo, los brotes de bambú y las diatomeas son buenas fuentes de silicio orgánico.
Silicio ligado orgánicamente
El silicio ligado orgánicamente se encuentra en las plantas y otros organismos en forma de ácido ortosilícico y normalmente no es muy biodisponible debido a la presencia de ciertas fibras alimentarias. Nuestras cápsulas de diatomeas estandarizadas al 77 % de ácido silícico contienen 350 mg de silicio ligado orgánicamente, lo que se traduce en 163,5 mg de silicio elemental.
Necesidad general de silicio
El silicio es un oligoelemento potencialmente esencial, por lo que todavía no tiene una ingesta oficial recomendada. La cantidad diaria excretada en la orina oscila entre 10 y 40 mg. El silicio es un componente de los osteoplastos que forman los huesos y de la reticulación del tejido conjuntivo. Se estima una mayor necesidad de silicio en casos de intoxicación por aluminio, uñas quebradizas, caída del cabello, osteoporosis y en la vejez.