Existen grandes diferencias en la calidad y el contenido de sustancias vegetales de los arándanos silvestres (Vaccinium myrtillus) que se encuentran en el mercado. Se cultivan en parte (no se recolectan silvestres) y proceden de ultramar. La mejor calidad se reconoce en los productos procedentes de la recolección silvestre con certificado ecológico, en regiones autóctonas de Europa, con niveles especialmente bajos de sustancias nocivas. Nuestro arándano silvestre bio en polvo procede completamente de una recolección silvestre con certificado ecológico en los bosques profundos y vírgenes de los países bálticos. Solo se seleccionan y se recogen a mano las mejores bayas, las más maduras. También se caracterizan por su intenso y natural sabor a fruta. Esto se debe, entre otras cosas, a la calidad especialmente alta de su procesamiento, con una delicada liofilización y trituración del fruto entero (sin extracto), que es el mejor método que se conoce para conservar sus valiosas sustancias vegetales. Además, nuestro fabricante trabaja en estrecha colaboración con la población local y concede especial importancia a la protección del medioambiente, así como a unos métodos de cultivo y producción éticos y sostenibles.
Por el contrario, la mala calidad se reconoce por el proceso de secado utilizado (por ejemplo, secado por pulverización), que no permite conservar perfectamente las sustancias vegetales. Además, se mezclan con un excipiente, principalmente maltodextrina, que constituye una parte importante de la masa. En algunos casos, también se les añade azúcar y azufre. Por otro lado, hay que tener en cuenta la contaminación de los suelos, el uso de pesticidas, la aportación del viento, las precipitaciones y la calidad del agua utilizada.
Los arándanos cultivados disponibles en el mercado proceden principalmente del arándano americano (Vaccinium corymbosum), cuya pulpa es de color claro y no provoca una coloración azul en la boca cuando se come. Su contenido en sustancias vitales es significativamente inferior al de los arándanos silvestres.
En lugar de plástico, para los envases utilizamos vidrio ámbar, que protege de la luz y es respetuoso con el medioambiente.