El potasio es el tercer mineral más común en el organismo. Se trata de uno de los electrolitos esenciales (vitales). Aproximadamente el 98 % de todo el potasio del cuerpo humano se encuentra intracelularmente, es decir, dentro de la célula, mientras que su importante homólogo, el sodio, se concentra principalmente de forma extracelular. Una proporción equilibrada de estos dos minerales es una base importante para una gran cantidad de reacciones corporales y procesos metabólicos (enzimáticos). Sin embargo, nuestra dieta moderna, rica en sal, inclina fácilmente la balanza hacia un exceso de sodio, mientras que el potasio vegetal puede ser escaso rápidamente. Además, el exceso de sodio favorece la excreción de potasio por vía renal. El deporte y el estrés cotidiano también aumentan la necesidad general de minerales y, como el potasio no puede almacenarse en el organismo, dependemos de un suministro diario suficiente del mineral para mantener el equilibrio de importantes sistemas corporales.
El citrato de potasio es la sal potásica del ácido cítrico (citrato), un intermediario natural del metabolismo energético humano. El citrato se metaboliza en el ciclo del citrato y es, por tanto, un componente central de la producción de energía en las células. Ni el ácido cítrico ni su sal citrato provocan reacciones alérgicas en las personas alérgicas a las naranjas y los cítricos. Debido a su valor de pH ligeramente alcalino, los citratos presentan una buena disponibilidad y digestibilidad sin neutralizar la acidez estomacal ni alcalinizar el medio intestinal.
Declaraciones de salud relativas al potasio (según la EFSA):
El potasio contribuye a:
- el funcionamiento normal del sistema nervioso;
- el funcionamiento normal de los músculos;
- el mantenimiento de la tensión arterial normal.