La vitamina C interviene en numerosas reacciones redox en el cuerpo humano como antioxidante y cofactor, por lo que afecta a varios procesos, como la protección celular antioxidante, el sistema inmunitario y el metabolismo energético. También interviene en la formación de la proteína estructural colágeno (piel, cartílagos, huesos y vasos sanguíneos) y en la síntesis de las hormonas.
Las mayores concentraciones de vitamina C se encuentran de forma natural en frutas, verduras y bayas frescas como el camu camu, las bayas de espino amarillo, la cereza acerola, el escaramujo, la grosella negra, la col rizada, el perejil, los kiwis y los cítricos.
La vitamina C se sigue investigando de forma exhaustiva. Casi todos los años se descubren nuevos mecanismos de acción de esta fascinante vitamina. Hasta la fecha, la Unión Europea ha emitido las siguientes declaraciones sobre la vitamina C:
Declaraciones de salud relativas a la vitamina C (según la EFSA):
La vitamina C contribuye a:
- reducir el cansancio y la fatiga;
- la función psicológica normal;
- regenerar la forma reducida de la vitamina E;
- el metabolismo energético normal;
- la función normal del sistema inmunitario (defensa física);
- el funcionamiento normal del sistema nervioso;
- proteger las células del estrés oxidativo;
- la formación de colágeno para el funcionamiento normal de los vasos sanguíneos;
- la formación de colágeno para el funcionamiento normal de los huesos;
- la formación de colágeno para el funcionamiento normal de los cartílagos;
- la formación de colágeno para el funcionamiento normal de los dientes;
- la formación de colágeno para el funcionamiento normal de las encías;
- la formación de colágeno para el funcionamiento normal de la piel;
- aumentar la absorción de hierro;
- mantener el funcionamiento normal del sistema inmunitario (defensa física) durante y después de una actividad física intensa.
Efecto sinérgico gracias a los bioflavonoides
Los bioflavonoides son las sustancias vegetales secundarias más comunes e importantes. Se encuentran en verduras, frutas y plantas aromáticas. Son responsables, por ejemplo, del color brillante de los arándanos o de las verduras de hoja oscura. Los bioflavonoides se caracterizan por fuertes propiedades antioxidantes. Para favorecer de forma natural este efecto sinérgico, nuestros complejos de vitamina C contienen un amplio espectro de valiosos bioflavonoides procedentes de cítricos, bayas y superalimentos, naturalmente ricos en vitamina C en un contexto natural de sustancias vitales.
Acerola
Nuestra acerola procede de Brasil, donde se liofiliza inmediatamente después de la cosecha y se procesa en un polvo de fruta natural sin la adición de excipientes cuestionables como la maltodextrina. La acerola es conocida por su contenido excepcionalmente rico en vitamina C natural, de aproximadamente 1700 mg/100 g en la fruta fresca.
Camu camu
El pequeño fruto rojo amarillento del camu camu (Myrciaria dubia) crece silvestre en la región amazónica de Perú. Esta baya afrutada y ligeramente amarga está considerada una de las plantas más ricas en vitamina C del planeta, 40 veces más que una naranja. Su pulpa seca puede alcanzar hasta un 13-14 % de vitamina C.
Escaramujo
Las variedades más vitales del escaramujo (Rosa canina L.) que utilizamos en nuestro escaramujo en polvo de alta calidad crecen en Chile. Los arbustos silvestres crecen lentamente bajo las duras condiciones climáticas del sur de Chile (a 800 metros de altitud), lo que permite desarrollar la calidad única de nuestros frutos. Hildegarda de Bingen ya atribuía a la planta propiedades especiales.
Espino amarillo
Los frutos del espino amarillo (Hippophae rhamnoides) están repletos de vitaminas. El espino amarillo contiene unas 10 veces más vitamina C que un limón, lo que lo convierte en una excelente fuente de vitamina C.
Mezclas de sustancias vegetales
El complejo también contiene polifenoles de grosellas negras, fresas, guindas, arándanos silvestres, frambuesas y moras.