El manganeso es un oligoelemento que desempeña funciones muy diferentes en el metabolismo. Es un componente de una serie de enzimas necesarias, por ejemplo, para la desintoxicación de productos metabólicos y para el funcionamiento del metabolismo energético. Como componente de la enzima superóxido dismutasa, el manganeso desempeña un papel importante en la protección celular; las proteínas, los lípidos y el ADN se protegen así del daño oxidativo. Por último, el manganeso contribuye a una estructura ósea sana y a la formación normal del tejido conjuntivo. El gluconato de manganeso es una forma orgánica del manganeso con una biodisponibilidad especialmente buena.
El manganeso es un oligoelemento esencial y debe suministrarse a diario en cantidades suficientes. El manganeso se encuentra en muchos alimentos vegetales y también está presente en menor medida en los productos animales. Sin embargo, los productos altamente procesados, como los de harina blanca, solo contienen una pequeña cantidad de manganeso, lo que significa que una dieta desequilibrada puede conducir a una ingesta insuficiente de este importante oligoelemento. En la absorción del manganeso influyen muchos factores: la ingesta simultánea de otros minerales como el hierro, el calcio y el magnesio inhibe la absorción del manganeso. Los fosfatos de los alimentos muy procesados, los fitatos de los cereales y las legumbres y los taninos del té también reducen la absorción del manganeso. Asimismo, el aumento del consumo de alcohol y la ingesta de ciertos medicamentos también limitan la absorción de manganeso en el intestino.
Declaraciones de salud relativas al manganeso (según la EFSA):
El manganeso contribuye a:
- el metabolismo energético normal;
- la formación normal del tejido conjuntivo;
- el mantenimiento normal de los huesos;
- la protección de las células del estrés oxidativo.