Aislar la enzima nattocinasa de la fuente más natural de todas, el plato tradicional japonés «natto» (habas de soja fermentadas), es un proceso complejo. Por ello, hemos optado por el método de producción más similar. Nuestra nattocinasa, con una actividad enzimática máxima de 60 000 UF por gramo, procede de uno de los tres principales fabricantes de calidad a nivel internacional y se obtiene completamente de la fermentación de habas de soja sin OGM por la bacteria productora de nattocinasa Bacillus subtilis. El producto final no contiene nada de soja.
De este modo, nos distanciamos claramente de las calidades inferiores del mercado que utilizan habas de soja modificadas genéticamente o incluso prescinden completamente de la fermentación y usan restos de la producción de gambas (caparazones de cangrejo) como medio nutritivo para la bacteria. Por tanto, muchos productos de nattocinasa no son veganos.
Puesto que se requiere una fuente de carbohidratos para la estabilidad y bioactividad de la enzima, no existe nattocinasa sin maltodextrina, que no está sujeta a declaración y, por tanto, no figura en muchas etiquetas. Nuestra filosofía True Clean Label® garantiza la declaración completa de todos los ingredientes. Gracias a nuestra dosificación de 60 000 UF por gramo de nattocinasa, obtenemos un valor mínimo mundial de maltodextrina por cápsula que es inferior al 20 %. Además, a diferencia de otros fabricantes, no utilizamos maíz como fuente de maltodextrina, sino yuca (tapioca) garantizada sin OGM.
Asimismo, nuestro producto tampoco contiene vitamina K2.
El único otro ingrediente que utilizamos como agente de carga puramente natural es fibra de acacia de primera calidad, cultivada sin pesticidas. En lugar del agente de carga sintético habitual de celulosa microcristalina con nanopartículas, utilizamos un alimento natural rico en fibra. Nuestra fibra de acacia procede de un cultivo inocuo para el medioambiente, sostenible, respetuoso con los recursos y de comercio justo.
El recubrimiento especial de las cápsulas es de HPMC, que, a diferencia de la mayoría de las cápsulas de HPMC o pululano del mercado, no contiene excipientes como carragenanos y PEG, que no están sujetos a declaración. En lugar de plástico, para los envases utilizamos vidrio ámbar, que protege de la luz y es respetuoso con el medioambiente.