Vitamina D
La vitamina D ocupa una posición muy especial entre las vitaminas. Por un lado, es una de las pocas vitaminas que apenas consumimos a través de los alimentos, sino que producimos en la piel con ayuda del sol. Por otro lado, la vitamina D no es una vitamina en el sentido clásico, sino más bien un precursor hormonal.
A diferencia de muchas otras vitaminas, en el organismo se convierte en una hormona importante que regula la función celular y numerosos procesos físicos. Casi todas las células del cuerpo tienen receptores especiales para la hormona de la vitamina D y dependen de un suministro suficiente de ella.
Vitamina K2
La vitamina K2 es uno de los cofactores más importantes de la vitamina D. La vitamina K2 activa una serie de proteínas transportadoras que garantizan la utilización específica del calcio. Juntas, ambas vitaminas controlan las células que forman y descomponen los huesos.
La vitamina D se sigue investigando de forma exhaustiva. Casi todos los años se descubren nuevos mecanismos de acción de esta fascinante vitamina. Hasta la fecha, la Unión Europea (EFSA) ha emitido las siguientes declaraciones sobre la vitamina D:
La vitamina D contribuye a:
- la absorción y utilización normal del calcio y el fósforo;
- un nivel normal de calcio en la sangre;
- el mantenimiento de los huesos;
- el mantenimiento de la función muscular normal;
- el mantenimiento de unos dientes sanos;
- la función normal del sistema inmunitario;
- la división celular.
En la actualidad, casi todas las autoridades no consideran la vitamina K2 por separado, sino todas las vitaminas del grupo K juntas. Por tanto, solo se aplican las declaraciones sobre la vitamina K1.
La vitamina K contribuye a:
- la coagulación normal de la sangre;
- el mantenimiento normal de los huesos.